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Ergonomía Lashmaker

La altura de la mesa también es importante: no debes bajar ni subir demasiado
las manos.
El ángulo entre los muslos, la parte superior del cuerpo y las rodillas debe ser
de más de 90º, nunca menos. Si no dispones de un apoyo, siempre puedes
utilizar un cojín.
Asegúrate de que la silla giratoria no apriete demasiado los muslos, lo cual
podría comportar una disminución del flujo sanguíneo en los pies y provocar la
formación de varices.
Asegúrate de que la cabeza del cliente queda lo más cerca posible a ti para
reducir el riesgo de inclinarte. Es muy importante poner un cojín adecuado
debajo de la cabeza para evitar sobrecargar el cuello. Asegúrate de que la
cabeza de tu cliente no queda demasiado doblada hacia atrás.
Nota también cómo inclinas las manos. No deberían apoyarse a los bordes
puntiagudos de la camilla, es mejor colocar una toalla. Mantén las manos libres.
Si las levantas demasiado, aprietas inconscientemente los músculos del cuello
y de los hombros.
El espacio en el que trabajas debe estar iluminado de forma adecuada. Si es
posible, utiliza dos lámparas en ambos lados del rostro de tu cliente para evitar
que se formen sombras. La opción ideal es la lámpara GLAMCOR. Puedes
cambiar la posición en cualquier momento gracias a sus cabezas flexibles y
regular la intensidad de la luz. El color frío de los LEDs no cansa los ojos.
Planifica la cantidad de tiempo que necesitas para cada cliente. Si vamos con
prisa nos olvidaremos de adoptar la postura correcta.
Dedica un poco de tiempo a realizar simples ejercicios de estiramiento de
muñecas, espalda y piernas entre un cliente y el siguiente.
Ejercicios de para destensar el cuello:
inclina la cabeza sobre el hombro
hasta que sientas que se estira. Mantén la posición durante algunos segundos
y después cambia de lado. Repite el ejercicio unas cuantas veces.
Ejercicios para estirar los brazos
: levántate o siéntate recta, baja los brazos
libremente a los dos lados del cuerpo, haz una inspiración profunda y espira, a
​continuación, levanta los brazos por encima de la cabeza lo más alto que
puedas. Mantén esta posición durante algunos segundos.
Cuida también la comodidad de tu cliente. Si tienes una camilla para hacer
masajes, pon un cojín o una toalla enrollada debajo del vientre de tu cliente.
Existen cojines para uso profesional que puedes encontrar en las farmacias o
tiendas de artículos médicos. Gracias a ellos aliviarás la zona lumbar. Déjala
que se relaje, también puedes pedirle que se estire. Muévete delicadamente
mientras, por ejemplo, cambias la gota de pegamento.
Reagrupa todo aquello que necesitas para no tener que ir a buscar cada cosa
continuamente. Si tu atención se va distrayendo del trabajo no podrás
concentrarte bien. Organiza el espacio de modo que puedas ver la puerta, de
modo que no tengas que girarte. Coloca el anillo con el pegamento o el soporte
sobre la mano o sobre la frente de tu cliente, así evitarás tener que girar
continuamente la cabeza.
¡Sé activa, haz ejercicio! Si lo haces ganarás energía para ponerte en marcha y
aumentarás tu resistencia muscular para aguantar muchas horas en tu salón.